El ministro de Turismo de Brasil presentó el lunes su renuncia, acatando el llamado del vicepresidente Michel Temer, del partido centrista PMDB, a romper con el gobierno de la mandataria de izquierda Dilma Rousseff. “El diálogo (…) se agotó”, afirmó el ministro dimitente, Henrique Alves, uno de los siete miembros del PMDB con carteras en el gobierno de Rousseff.
“Las circunstancias nacionales colocan ahora al PMDB, mi partido desde hace 46 años, ante el desafío mayor de escoger su camino bajo la presidencia de mi compañero de tantas luchas, Michel Temer”, añadió en la carta enviada a la jefa de Estado.
El PMDB es la mayor fuerza política del país y decidirá el martes si abandona su alianza de años con el Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff y su antecesor Luiz Inacio Lula da Silva. El destino de Rousseff, de 68 años, podría quedar sellado si el PMDB -que cuenta con 69 diputados y 18 senadores- arrastra a otras fuerzas de la coalición.
El vértigo de la crisis impulsa los debates sobre el impeachment, que avanzan rápidamente y podrían concluir hacia mediados de abril, si la Cámara lo aprueba por una mayoría de dos tercios (342 de los 513 diputados) y luego el Senado por más de la mitad de sus 82 escaños.
Rousseff sería apartada en ese caso de su cargo por un período máximo de 180 días, hasta que la Cámara alta dé su veredicto final, esta vez por una mayoría de dos tercios.