El presidente de Uzbekistán, Islam Karimov, ha muerto después de sufrir un derrame cerebral a la edad de 78 años, según han confirmado tres fuentes diplomáticas a Reuters. El veterano líder permanecía en el hospital desde el pasado sábado.
A pesar de esta confirmación, el gobierno uzbeco todavía decía esta mañana que “el estado del presidente ha sufrido un fuerte deterioro y, según los médicos, se estima como crítico”, informaron medios locales como la web de “Gazeta.uz”. Con anterioridad, las autoridades uzbecas se habían limitado a informar de que el presidente se hallaba hospitalizado y de que necesitaba de un largo tratamiento médico.
Algunos medios informativos, como la agencia digital Fergana.news, insisten en que el líder uzbeco ya falleció y que sus funerales se celebrarán mañana Samarkanda, su ciudad natal. “Al momento de la publicación de este artículo, un avión gubernamental con los restos de Karímov había salido de Taskent rumbo a Samarkanda”, escribió esta madrugada Fergana.news.
Karímov lleva más de un cuarto de siglo en el poder en Uzbekistán, país que, como cada año, celebró el 1 de septiembre el Día de la Independencia.
En marzo de 2015, el mandatario uzbeko ganó sus cuartas elecciones presidenciales con más del 90 por ciento de los votos, en un proceso electoral criticado por la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE). Karímov se convirtió en 1989 en líder de Uzbekistán, entonces una de las quince repúblicas soviéticas, y tras la independencia siguió en el cargo.