Al Real Madrid le han fichado externamente toda una alineación desde que fue campeón de la Copa de Europa en mayo. Es un contrasentido, pero es cierto que cuando un equipo triunfa, lo que significa teóricamente que tiene los mejores futbolistas, es cuando más ofertas le atribuyen para reforzarse, como si al ganador le hiciera falta más que a los perdedores.
Si Florentino Pérez hiciera caso a todos los jugadores que le han colocado, debería despedir a once futbolistas suyos, pues «le han comprado» nada menos que a Courtois, Giménez, Alaba, Ricardo Rodríguez, Pogba, André Gomes, Kanté, Lewandowski, Hazard, Payet y Aubameyang. De este equipo de aspirantes, el francés N’Golo Kanté es quien tiene más opciones de hacer realidad el sueño. Porque todavía es un sueño.
Las únicas verdades son que Aubameyang y Ricardo Rodríguez se han ofrecido personalmente al club blanco. André Gomes y Pogba han sido ofertados por sus apoderados, Jorge Mendes y Mino Raiola. Y el resto son actuaciones de mercado de agentes FIFA y clubes interesados en traspasar a sus mimbres más populares.
Florentino Pérez contesta a todo el espectáculo del verano con el proyecto contrario. Se plantea presentar esta temporada, a partir del viernes, un Real Madrid sin fichaje mediático.
El análisis pausado de la dirección deportiva del campeón de Europa destaca dos argumentos esenciales para rechazar la idea de contratar un futbolista de renombre. El primer razonamiento es que la entidad quiere sacar provecho de la plantilla campeona de Europa. Y el segundo, decisivo, es que hay muchos jugadores con nombre que no son mejores que los que han ganado La Undécima.
El informe interno revela que la plantilla no necesita adquisiciones rimbombantes, porque ya las ha hecho en los últimos siete años: Cristiano, Benzema, Modric, Bale y Kroos. Ninguno de esos once nombres anteriomente citados supera el rendimiento del equipo que ganó la Champions. El estudio técnico valora que el presunto fichaje de Pogba, solicitado en su día por Zidane, no mejoraría el rendimiento de Modric y Kroos. Exigiría dejar en la suplencia a uno de ellos y eso generaría un problema, no una solución. Además, Zidane desea observar a Marco Asensio en acción.
La reflexión de la dirección precisa también que con el regreso de Morata se hace innecesaria una operación tan difícil y costosa como la de Lewandowski, que no ha rendido en la Eurocopa. El delantero de la cantera tiene una buena propuesta del Chelsea, pero el club ha dejado claro a su representante, Juanma López, que Zidane quiere verle en la pretemporada norteamericana. En agosto se tomará la decisión final. El técnico francés le promete muchos minutos como sustituto de Benzema y Bale. Pero también es un criterio asumido que si Abramovich ofrece 70 millones el traspaso puede hacerse efectivo.
El balance final desvela que no es urgente potenciar ningún puesto de la plantilla. El lateral izquierdo volverá a estar bien cubierto con la llegada de Coentrao. Será el relevo de Marcelo a partir de octubre, cuando el portugués se haya recuperado totalmente de su operación muscular. Mientras tanto serán Nacho y Danilo quienes suplirán al brasileño en algún descanso. Las demás posiciones están bien arropadas.
Más minutos para todos
Zidane tampoco quiere que se vayan futbolistas que le harán falta a lo largo de la campaña. Hablará con Isco y Nacho, que poseen ofertas de la Premier y de Italia, para que continúen en el Real Madrid. El malagueño ha tomado la decisión de quedarse. El entrenador dialogará ahora con el defensa madrileño para que siga como central junto a Ramos, Pepe y Varane. El canterano, al igual que todos los teóricos suplentes, recibirá más minutos de los disputados en el último curso. El caso Jesé es distinto. Tiene contrato hasta 2017 y el club desea que renueve ahora y que se vaya cedido un año para disfrutar de continuidad en su juego. Se encuentra a la espera también de la decisión final sobre Morata.
La principal incógnita de Zidane y del propio Real Madrid es James Rodríguez. El colombiano se debe incorporar el 25 de julio a la concentración de Canadá y no ha querido acudir a la capital de España para que el doctor Mikel Aramberri observe su lesión en el hombro izquierdo, que volvió a darle muchos problemas en la Copa América.