El presidente estadounidense, Barack Obama, calificó el lunes al grupo yihadista Estado Islámico (EI) como “la amenaza más urgente” para la comunidad internacional y anunció el envío de 250 soldados adicionales a Siria para combatirlo.
“Actualmente, la amenaza más urgente para nuestras naciones es el EI y es la razón por la cual estamos unidos en nuestra determinación para destruirlo”, declaró el dirigente, recibido por la canciller Angela Merkek en Hanóver.,
El mandatario también dijo que desea “reinstaurar” el alto el fuego roto de facto en Siria tras ocho semanas de tregua
“El presidente ha autorizado una serie de medidas para reforzar el apoyo a nuestros socios en la región, especialmente las fuerzas de seguridad iraquíes, así como las fuerzas locales sirias que luchan contra el ISIL (acrónimo inglés para el grupo Estado Islámico)”, indicó un alto responsable estadounidense bajo condición de anonimato.
Obama, quien considera que la solución del conflicto sirio pasa por la negociación, insistió durante el fin de semana en que “sería un error” por parte de Estados Unidos y Reino Unido o de cualquier alianza de países occidentales “enviar tropas al terreno para derrocar al régimen de (Bashar) Al Asad”.
La crisis siria estará probablemente entre las cuestiones abordadas este lunes en una minicumbre en Hanóver en la que participarán, además de la canciller Angela Merkel y Obama, los jefes de gobierno británico e italiano, David Cameron y Matteo Renzi, así como el presidente francés, François Hollande.
26 civiles muertos
En Siria, la violencia ha vuelto con fuerza. Al menos 26 civiles murieron el domingo en bombardeos del régimen y de los rebeldes en Alepo, gran ciudad al norte del país, devastada por la violencia por tercer día consecutivo.
Desde el viernes, al menos 63 civiles han fallecido en la antigua capital económica siria, que vive de nuevo al ritmo de ataques aéreos y disparos de obuses, tras semanas de calma relativa por la tregua instaurada a iniciativa de Estados Unidos y Rusia y entrada en vigor el 27 de febrero.
Alepo está dividida desde julio de 2012 en zonas controladas por el régimen al oeste y zonas controladas por los rebeldes al este.
En la sede de los “cascos blancos”, la defensa civil de las zonas rebeldes, el personal de salvamento estaba “agotado”, según un corresponsal de la AFP. Además, el agua había sido cortada en la ciudad tras un bombardeo del régimen que golpeó el principal conducto de distribución, según las autoridades locales.
La delegación del Alto Comité de Negociaciones (HCN, oposición), reclamó un nuevo alto el fuego, acusando al poder de ser el responsable de su ruptura. “La ofensiva del régimen no es solo un ataque contra los sirios, sino contra el proceso de negociaciones de Ginebra”, declaró el portavoz de la delegación, Salem al Meslet.