Un juez guatemalteco ordenó procesar al expresidente Otto Pérez Molina y su exvicepresidenta Roxana Baldetti por supuestamente integrar una estructura criminal junto a empresarios, exfuncionarios, banqueros y particulares para cometer hechos de corrupción y ordenó a la fiscalía investigarlos.
El Juez Miguel Ángel Gálvez dictó el auto de procesamiento por delitos de cohecho pasivo y lavado de dinero. Este es el segundo caso contra Pérez Molina, de 65 años, y el tercero contra Baldetti, de 54. Ambos están presos.
Durante cinco días, de una audiencia que lleva 27 jornadas, y con una sala de vistas repleta de acusados, abogados, familiares y prensa, el juez Gálvez hilvanó las acusaciones que la fiscalía realiza en contra de los imputados.
La fiscalía y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, un organismo de Naciones Unidas para desarticular aparatos clandestinos incrustados en el estado guatemalteco, acusan al ex mandatario de ser jefe de una organización criminal que se habría formado entre ex funcionarios, empresarios y particulares.
La fiscalía dice que el expresidente habría presuntamente recibido 290 millones de quetzales, unos 37,9 millones de dólares, en comisiones de parte de empresas constructoras de obras públicas, a cambio de adjudicación de contratos de obra, y los acusa de los delitos de enriquecimiento ilícito, asociación ilícita y cohecho.
La fiscalía también señala a Pérez Molina de haber recibido un helicóptero, un vehículo Jaguar, un avión, entre otras cosas, como regalo por parte de varios exministros de su gobierno, comprados con dinero que habría salido del erario nacional.
Durante la audiencia el juez mostró la réplica del avión conocido como “la balita” y fotografía de una réplica de uno de los helicópteros regalados a Pérez Molina. “Sí existían”, dijo el juez al hablar de los regalos.
El juez explicó que según los documentos presentados las negociaciones de los “regalos” hechos a Pérez Molina se hacían antes de cada cumpleaños del expresidente. “En su declaración los pilotos de los helicópteros contaron que en las aeronaves se metían botellas de champán y chocolates” para el agasajado.
Perez Molina, y Baldetti, quienes renunciaron en 2015, han rechazado todos los cargos.
La fiscalía dice que Pérez Molina conformó la organización criminal del 2009 y 2015, pero que había empezado a formarla con la fundación del Partido Patriota, en 2000, partido que lo llevo al poder.
Las autoridades también acusan a Pérez Molina y Baldetti de defraudación al Estado en el caso caso denominado “la línea”, donde habría recibido sobornos de empresarios para ayudarles a evadir impuestos. También están implicados en el caso denominado “TCQ”, por haber firmado un contrato con para la construcción y ampliación de una terminal portuaria, y por el cual habría negociado una comisión de 30 millones de dólares.
La fiscal Thelma Aldana ha dicho que este caso es uno de los más grandes que ha conocido la fiscalía, “un partido que se criminalizó”.
Pérez Molina renunció a la presidencia el 2 de septiembre de 2015, a su cargo de presidente de Guatemala, debido a acusaciones en su contra y de varios miembros de su gabinete.