viernes, noviembre 22, 2024

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Países latinoamericanos, entre los peores posicionados en seguridad

Más de la mitad de los países latinoamericanos figuran entre los peor posicionados del primer Indice Internacional de Seguridad y Policía, presentado este jueves, que mide la eficiencia de los cuerpos policiales y el resultado en términos de seguridad ciudadana.

La investigación, que ha tomado dos años de mediciones y sondeos a la Asociación Internacional de Ciencias Policiales y al Instituto para la Economía y la Paz, señala que los países donde hay una democracia plena tienden a ser los que obtienen mejores resultados en seguridad interna.

El índice está encabezado por Singapur, un país multiétnico con una gran estabilidad política y económica, y que desde su fundación hace medio siglo dio extrema importancia al orden y a la seguridad interna. Todos los países ubicados en las primeras veinte posiciones son europeos -con excepción de Australia, Nueva Zelanda, Canadá y Japón- y de los que España ocupa el décimo noveno lugar.

Por regiones, Africa subsahariana presenta los peores resultados, pero varios países latinoamericanos aparecen en el listado entre los países africanos.

Los otros países de la región que ocupan las peores posiciones en el listado son Honduras (116), Bolivia (114), Paraguay (113), Guatemala (107) y Perú (105), todos estos esparcidos entre países de Africa subsahariana y por debajo de algunos en los que hay conflictos internos latentes, como Birmania, o explícitos, como Yemen.

Colombia (puesto 96), República Dominicana (95) y Brasil (94) son los otros países peor posicionados.

Hyslop explicó que, de manera general, los problemas relativos al Estado de Derecho y la inestabilidad política generan espacios para la aparición o el avance del crimen organizado. “Los entornos altamente volátiles e inestables incentivan la corrupción y el pago de sobornos a la policía”, agregó el académico.

De otra parte, “cuando hay fuertes aumentos de las tasas de homicidio, así como presencia del crimen organizado y de terrorismo, muchas veces las principales víctimas son los propios policías, que son impedidos así de cumplir sus funciones plenamente”, comentó.

El escalafón comprende indicadores como los recursos que un Estado asigna para la seguridad interna y si estos son utilizados de manera eficiente, así como la percepción de la ciudadanía sobre la policía. También se analizan las tasas de homicidio, de robos y asaltos, así como de víctimas de terrorismo, los niveles de corrupción y el respeto de los derechos humanos por parte de las entidades policiales.

Sin embargo, Hyslop precisó que la existencia de altos números de policías, fuerzas armadas y de agentes privados de seguridad no garantizan resultados buenos, si estos cuerpos no gozan de legitimidad frente a la población.

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