ARABIA SAUDÍ.- Tras la publicación de un video en el que observa claramente al príncipe Saudi Saud bin Abdelaziz bin Musaid, darle puñetazos y patadas a un hombre y posteriormente apuntar en la cabeza a su víctima con un rifle, el rey Salman, indignado, ordenó su arresto.
Las escenas que llevaron al príncipe saudí a los calabozos después de que el vídeo con los abusos a varios ciudadanos se hiciera viral, son producto del enésimo escándalo que salpica a la vasta familia real.
En la secuencia, divulgada ampliamente en Twitter y YouTube, el verdugo de sangre azul aparece de espaldas pateando a un súbdito o siguiendo a otro arma en ristre mientras le lanza insultos.
Una tercera persona, con el rostro ensangrentado, protagoniza otra de las secuencias. Los fotogramas también muestran 18 botellas de whisky, a pesar de que el consumo del alcohol está prohibido en suelo saudí.
Ante la creciente indignación popular, que ha extendido por las redes sociales la etiqueta “Un príncipe ataca a civiles”, El presunto maltratador fue detenido por la policía en Riad.
El rey Salman exigió una investigación para arrojar luz sobre los incidentes y ha ordenado prisión hasta que la justicia dicte sentencia conforme a la “sharia” (legislación islámica).
Asimismo, Salman ha instado a la población a vigilar y denunciar cualquier abuso de poder. Ha promulgado un decreto real para prohibir cualquier muestra de injusticia, despotismo, acoso o maltrato.
Este mediático caso se produce 10 meses después de la ejecución de otro príncipe saudí, la primera de un miembro de la realeza desde hace cuatro décadas.
Su nombre era Turki bin Saud bin Turki al Kabir y debía rondar los 20 años. Fue decapitado en una plaza pública de Riad conforme a los procedimientos habituales, ante la presencia de la familia de la víctima.