El periodista hondureño Félix Molina, quien el lunes resultó herido de bala en sus piernas, pidió hoy a las autoridades que investiguen el atentado criminal de que fue objeto, en Tegucigalpa.
“Dejo en las capacidades investigativas honestas, libres de corrupción, el esclarecimiento de este ataque”, indicó Molina en un mensaje a través de redes sociales.
Agregó que no es su propósito “conjeturar sobre este hecho, pero por la reiteración del ataque en el mismo día, puedo pensar que no se trató de un simple raterismo (robo) telefónico, sino un ataque directo a mi persona”. Unas cinco horas antes de ser atacado a tiros cuando se conducía en un taxi, Molina fue despojado de su teléfono por individuos armados, según indicó en un primer mensaje el mismo lunes.
El periodista, que trabaja de manera independiente, apoya una red de emisoras de radio comunitarias en su país y ha trabajado en varios medios locales, entre ellos de la iglesia católica, agradeció hoy “desde el hospital y en el día de la Libertad de Expresión, todas preocupaciones y solidaridad de personas e instituciones”.
“Me declaro un sobreviviente de la inseguridad que sufre la mayoría de este país”, añade el mensaje de Molina. Señaló además que es el “principal interesado” en querer saber sobre el atentado que ha sufrido porque “quiero seguir ejerciendo el periodismo sin miedo y seguir viviendo sin miedo”.
La coordinadora del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), Bertha Oliva, dijo a Acan-Efe que “lo que ha sufrido Félix Molina es un atentado, no una acción simple de un robo de un teléfono producto de la ola delincuencial de la calle”.
“Desafortunadamente para los gatilleros, fallaron en los dos intentos por quitarle la vida, no pensamos que lo que hicieron haya sido para enviarle un mensaje, la intención era quitarle la vida”, enfatizó Oliva, quien acompaña al periodista en el Hospital Escuela Universitario en Tegucigalpa.
Añadió que Molina sufrió dos heridas de bala, con orificio de salida, una en cada pierna, y que “está fuera de peligro y es muy bien atendido por el personal médico” del Hospital Escuela Universitario. “Félix es un periodista muy valiente y comprometido con la defensa de la libertad de expresión y han querido callarlo coincidiendo con el día de la libertad de expresión, la que él defiende tanto”, dijo Oliva.
El estatal Comisionado de los Derechos Humanos informó el lunes de que entre 2001 y 2015 en Honduras han muerto de manera violenta al menos 63 personas ligadas a los medios de comunicación, entre periodistas, comunicadores sociales y propietarios.
De los 63 casos de muertes violentas de comunicadores, el 95 % ha quedado impune hasta ahora, indicó el organismo hondureño en un comunicado en la víspera del Día Mundial de la Libertad de Prensa.