La Selección de Perú clasificó esta noche al Mundial de Rusia 2018 tras ganar a Nueva Zelanda con dos goles a cero. El partido de vuelta por el repechaje se jugó en Lima.
Después de su último Mundial en España 1982, los incaicos vuelven a cita mundialista tras 36 años de ausencia y completaron el cupo rumbo a Moscú.
Los primeros 15 minutos fueron un monólogo del conjunto local. Con los laterales Luis Advíncula y Miguel Trauco pasando por sorpresa al ataque lanzando centros al área, el arquero Stefan Marinovic tuvo bastante trabajo.
Mientras tanto, en la mitad del campo Christian Cueva y Cortijo se hicieron cargo de la circulación del balón siempre a una velocidad más alta de lo normal.
La más clara llegó con un zurdazo de Advíncula desde media distancia a los dos minutos de juego. El lateral encaró de afuera hacia adentro, pero el remate se estrelló en el travesaño.
El cero en el marcador se rompió con un desbrode de Cueva por izquierda y un pase atrás para que llegue libre Jefferson Farfán y con un fuerte derechazo establezca el 1 a 0 y desate la locura en el Estadio Nacional.
La presión de los dirigidos por Ricardo Gareca no aflojó y fueron en búsqueda del segundo, que estuvo cerca a los 41 minutos. Trauco remató desde media distancia, Marinovic dio rebote y se reivindicó al capturar el inmediato remate de Farfán, que había llegado mal pisado a la pelota.
El segundo tiempo, encontró a un conjunto visitante más agresivo gracias al ingreso del centrodelantero Chris Wood, quien con su altura complicó a la defensa local. Pero cuando el arquero Pedro Gallese comenzaba a preocuparse, apareció el segundo gol.
Un tiro de esquina cayó en los pies del central Christian Ramos se encontró con la pelota entre sus pies casi por accidente. Sin pensarlo, el defensor pateó fuerte arriba en un remate inatajable y estableció el 2 a 0 para comenzar a liquidar el encuentro.
Sobre el final hubo tiempo para el sufrimiento cuando Wood se perdió un inmejorable mano a mano con Gallese que falló el delantero. Sin embargo, Perú ya lo sabía, el Mundial era un hecho.
Con el banco de suplentes al borde de la línea festejando y los gritos en las tribunas del Estadio Nacional, el árbitro pitó el final del encuentro y la locura se apoderó de Perú.