Para sellar su compromiso, esta pareja de recién casados se fueron hasta la orilla de una playa cercana y abordaron un bote junto a sus amigos y familiares más cercanos, para conmemorar la unión entre los dos.
Una vez mar adentro, el novio se lanzó al agua para recibir ahí a su esposa.
Pero ninguno pensó que el vestido le podría jugar una mala pasada, y que incluso pudo haber puesto en riesgo la vida de la novia, ya que al momento de saltar, su vestimenta se enredó en su cuerpo y eso hizo que se hundiera, sin poder salir a flote.
Las telas habían hundido su cabeza, y la joven no podía respirar.
En cuanto se dieron cuenta de la situación, familiares y amigos encargados del bote se lanzaron rápidamente al mar para tratar de quitarle el vestido de la cabeza a la novia, pero no había cómo hacerlo, especialmente cuando ellos mismos debían esforzarse por mantenerse flotando.
Por suerte intentaron hasta que lograron ayudarla y pudieron rescatarla sin ningún daño, salvo el susto de casi morir ahogada.
Con información de Circulo Social