La salida de Neymar en 2017 parece haber abierto una nueva era en el Barcelona, que ahora apuesta a buscar refuerzos de jerarquía en el mercado y no en sus divisiones inferiores. Por eso, tras la llegada de Philippe Coutinho, quien fue presentado este lunes, el club catalán irá a la carga por otra estrella del fútbol mundial.
Son 100 millones de euros (USD 120 millones) los que tiene que desembolsar la dirigencia de la escuadra blaugrana si quiere destrabar la cláusula de rescisión del futbolista Antoine Griezmann.
La actual figura del Atlético Madrid quiere llegar al Barcelona, según adelantan los medios españoles, sin embargo, hay un inconveniente que impediría su arribo. El Barcelona no es el único interesado, sino que el Manchester United también lo tiene en carpeta por pedido de su entrenador, José Mourinho.
Según reveló The Sun este lunes, el francés de 26 años pediría un salario exorbitante de 400.000 libras (500.000 dólares) por semana, 100.000 más de lo que tenía planeado el United. Este cambio de pretensiones del delantero podría alejarlo del elenco rojo, aunque el expreso pedido de “Mou” podría obligar al club a darle el gusto y cerrar el acuerdo de todas formas.
De todas maneras, estas negociaciones finalizarán en el mercado de pases del verano europeo, es decir, una vez culminada la temporada actual, durante el Mundial de Rusia 2018.