El Real Madrid volvió a mostrar una cara pálida, alejada del nivel que supo mostrar en 2017 y muy por debajo del juego que debería tener un equipo con semejante plantel, sin embargo pudo rescatar un triunfo sobre la hora ante el Leganés, que mereció más.
El conjunto dirigido por Zinedine Zidane optó por una formación mixta con jugadores como Asensio, Carvajal y Modric, acompañados de muchos jovenes que no suelen tener rodaje. La falta de ideas durante los 90 minutos se apoderó de un equipo que sigue sin encontrar un rumbo, pero al menos obtuvo la victoria.
En el primer tiempo, Mateo Kovacic tuvo la más clara al robar el balón en una mala salida del rival, pero falló en la definición y los equipos se fueron al vestuario con el 0-0 en el marcador.
En el complemento, la visita se se animó a más y pudo conseguir el triunfo. Un desvío en un tiro libre estrelló la pelota en el travesaño y Kiko Casilla le tapó una bolea a dos metros del arco a Beauvue, cuando restaban 15 para el final.
El triunfo lo consiguió en el minuto 90 cuando Asensio anticipó a todos dentro del área y definió de zurda al primer palo para descolocar al arquero argentino Nereo Champagne. El grito fue un desahogo para el joven de 21 años que bajó su nivel en los últimos partidos, luego de haber sido clave en el inicio de la temporada cuando su equipo venció al Barcelona en la final de la Supercopa de España.
La revancha será el miércoles 24 de enero en el Santiago Bernabéu. En el resto de las llaves, el Espanyol dio la sorpresa al quedarse con el derby de Cataluña con el triunfo por 1 a 0 frente al Blaugrana. Un resultado tan inesperado como el que logró el Sevilla en el Wanda Metropolitano, que se impuso por 2 a 1 ante el Atlético Madrid. El restante cruce quedó con la victoria del Valencia por 2 a 1 sobre el Alavés.