No lo parecía pero lo fue, un partidazo en Polonia se jugaron el Real Madrid y el Legia Varsovia igualando con un increíble 3-3 en el que los españoles sufrieron más que de costumbre y donde la solución para Zidane fue un volante con pocos minutos: Mateo Kovacic. El Croata apareció con un direchazo colado a cinco minutos del final para salvar los papeles ante un batallador cuadro polaco.
El resultado deja al Real Madrid como segundo en el Grupo F con 7 puntos, a dos unidades del líder Borussia Dortmund.
Un partido que parecia controlado por los españoles que ganaban 1-0 antes del primer minuto gracias a un golazo del galés Gareth Bale y 2-0 al 35´con una fantástica definición de Karim Benzema.
Los polacos descontaron al minuto 40 gracias a un gol de Vadis Odjidja-Ofoe con un fuerte disparo sobre la parte superior del poste izquierdo ante el que nada pudo hacer Keylor Navas.
El Legia se asentó mejor en la cancha y Miroslav Radovic apareció al 58´ para puntear un magnífico disparo desde el borde del área para el 2-2. Sin rendirse el Legia anotó el tercer gol por intermedio de Thibault Moulin desde afuera del área pero la alegria duró poco ya que Kovacic decretó el 3-3 final gracias a un derechazo bien colocado.