Rio de Janeiro.- No sólo los hoteles de Río de Janeiro ya están casi todos completos para los Juegos Olímpicos que se inauguran pasado mañana; en el renovado puerto carioca, ahora bautizado como Porto Maravilha, han comenzado a llegar grandes embarcaciones que servirán de alojamiento a magnates, atletas, patrocinadores del evento deportivo y también turistas.
“Tendremos una operación semejante a la que desplegamos durante la temporada de cruceros, en el verano, pero esta vez es mucho más intensa porque los navíos se quedarán acá por más de dos semanas en vez de apenas unos días, y se requieren más medidas para garantizar la seguridad de los pasajeros y los visitantes”, señaló a el diario argentino LA NACION Denise Lima, directora de Pier Mauá, la empresa que gerencia la terminal de cruceros de Río, vecina al Centro histórico, en pleno proceso de transformación con la implantación del Boulevard Olímpico.
Allí ya está amarrado el pequeño crucero Silver Cloud, de la línea monegasca Silversea Cruises, que llegó esta semana desde el Mediterráneo para convertirse en la casa de los jugadores de los equipos de básquet masculino y femenino de Estados Unidos, la célebre National Basketball Association (NBA). También arribó, pero desde el Caribe, el espectacular yate privado Tatoosh, del cofundador de Microsoft, Paul Allen. Y mañana se espera la llegada del mayor de los navíos, el crucero Norwegian Getaway, proveniente de Miami, y al menos otros dos superyates propiedad de un jeque árabe y otro importante multimillonario cuya identidad no ha sido revelada.
Lima recordó que ya durante el Mundial de Fútbol de 2014 el puerto recibió dos cruceros y varios yates privados (entre ellos el famoso Topaz, alquilado por la estrella hollywoodense Leonardo Di Caprio), que fueron usados de hoteles flotantes, pero también entonces los barcos permanecieron por pocos días en la ciudad antes de seguir rumbo a otras ciudades costeras donde se celebraron partidos.
Originalmente, para los Juegos Olímpicos se esperaba tener varios cruceros como hospedaje de turistas, pero lo cierto es que la capacidad hotelera de Río creció muchísimo en los últimos años: se pasó de 28.000 en 2010 a 58.000 en la actualidad, según datos de la Asociación Brasileña de la Industria de Hoteles en Río (ABIH-RJ). “Y hoy ya tenemos una tasa de 92,5% de ocupación”, resaltó Alfredo Lopes, presidente de la ABIH-RJ.
La utilización del Silver Cloud como alojamiento de los jugadores de básquet estadounidenses requirió aumentar considerablemente el operativo de seguridad en la terminal de cruceros, que funciona en los Almacenes 4 y 5 de Porto Maravilha. El barco está protegido por una pantalla transparente de policarbonato antibalas que protege a los atletas desde disparos hasta una invasión de fans. El área cuenta además con 250 agentes de seguridad en la propia terminal y otros tantos policías, guardias portuarios y efectivos privados en las inmediaciones, que se ha vuelto en uno de los puntos más movidos de Río con la modernización de la Praça Mauá, la Orla Conde y la creación del Boulevard Olímpico.
“El Centro ahora está maravilloso, lleno de actividades culturales, con el Museo de Arte de Río y el Museo del Mañana, y es lindísimo pasear por la zona, que se ha vuelto un polo gastronómico y de entretenimiento. La terminal de cruceros también pasó por una reforma total, con la instalación de una nueva red de agua y servicios cloacales que representan un gran avance”, apuntó Lima, de Pier Mauá, quien agregó que será un gran atractivo para los turistas argentinos que suelen venir en cruceros desde Buenos Aires. Ya el último Carnaval, el puerto de Río recibió el récord mundial de 11 de estos navíos y debió extender su área de recepción hasta el puerto de carga.
Ahora se aguarda con gran expectativa la llegada del Norwegian Getaway, con capacidad para 3000 pasajeros. El crucero de 146.000 toneladas y 324 metros de largo es una verdadera ciudad flotante: posee 28 restaurantes, 10 bares y lounges, un parque acuático con cinco toboganes, una pista de bowling, un jardín, una pared para escalar, canchas de tenis y básquet, una “plancha” como la de los barcos piratas a la que se accede con arneses y una grúa, además de las ya tradicionales amenities de cualquier navío de su tipo como gimnasio, spa, cine, salón de belleza y teatro con shows musicales al estilo Broadway. También cuenta con un casino, pero debido a la legislación brasileña no estará abierto mientras permanezca en Río, hasta el 21 de agosto.
“El barco ofrece una alternativa diferente de alojamiento, con servicios cinco estrellas y en medio de las atracciones del Centro, pero al costo de un hotel económico”, apuntó al diario argentino LA NACION Arthur Sorelli, gerente de productos internacionales de LATAM Travel Brasil, agencia encargada de comercializar sólo los 500 camarotes que están disponibles para turistas, a un precio de US$ 200 la noche, con desayuno incluido, mucho más accesible que lo que están cobrando por estos días los grandes hoteles.
El hospedaje en el resto de las suites del Norwegian Getaway ha estado reservado para la adquisición exclusiva de personas relacionadas con el Comité Olímpico Internacional, el Comité Organizador de Río 2016 y las delegaciones nacionales, además de las diversas empresas patrocinadoras a través de paquetes corporativos. Según pudo saber LA NACION, entre estos pasajeros habrá varios argentinos, pero nadie quiso revelar más datos sobre ellos.