Tegucigalpa.- “Que nos dé entusiasmo, alegría y comprender lo que cada uno de nosotros tiene que aportar para poder hacer grande a esta nación”, pidió este viernes a la Virgen de Suyapa el presidente Juan Orlando Hernández, en la celebración de los 270 años del hallazgo de la Patrona de Honduras, efectuada en la Basílica Menor.
“En el país necesitamos un proceso de sanación espiritual para poder avanzar en paz y tranquilidad”, manifestó el presidente Hernández.
En su intervención, el mandatario reconoció que la iglesia católica ha venido colaborando mucho en este proceso, pero solicitó a la institución eclesiástica mucha más colaboración para hacer sostenible este proceso de sanación, “porque los hondureños nos lo merecemos”, afirmó.
“Quiero pedirle al Señor y a la virgencita que interceda para que nosotros, el pueblo hondureño, nos llenemos de humildad, de sabiduría, para entender y poder sobrellevar las dificultades que todos tenemos; en lo individual, en la familia y como pueblo”, acotó Hernández.
“También pedirle que nos dé entusiasmo, alegría y comprender lo que cada uno de nosotros tiene que aportar para poder hacer grande a esta nación”, agregó.
“Hay ejemplos en el mundo de cómo Dios tendió su mano a los pueblos que le pidieron su bendición, su acompañamiento para salir adelante; yo tengo fe que lo podemos hacer”, reflexionó el titular del Poder Ejecutivo.
El mandatario pidió “que Dios bendiga esta hermosa tierra que se llama Honduras y muchas gracias, líderes de la iglesia, por ser tan emprendedores y entusiastas en esta época que lo necesitamos tanto”.
A la celebración también asistieron la primera dama, Ana García de Hernández; la madre del mandatario, doña Elvira Alvarado; el vicepresidente del Congreso Nacional, Antonio Rivera Callejas; el titular de la Corte Suprema de Justicia, Rolando Argueta; miembros de las Fuerzas Armadas y del Gabinete de Gobierno.
También estuvieron presentes en la misa otras autoridades y miles de fieles católicos que llegaron procedentes de todo el territorio nacional, e incluso de fuera de las fronteras patrias.
Por invitación del arzobispo de Tegucigalpa, cardenal Oscar Andrés Rodríguez, quien se encuentra en Roma, la misa fue oficiada por el cardenal José Luis Lacunza, de la Diócesis de David (Panamá), acompañado de obispos y sacerdotes de la iglesia católica de Honduras.