El judoca egipcio Islam El Shehaby recibió fuertes abucheos en los Juegos Olímpicos de Río después de negarse a estrechar la mano de su rival israelí Or Sasson, tras su derrota en la primera ronda, en una seria violación a la ética del judo.
Sasson venció a El Shehaby con dos derribos para una victoria automática, aproximadamente a minuto y medio del final del encuentro.
El Shehaby permaneció boca arriba por un momento antes de levantarse para tomar su lugar frente a Sasson en el tatami, ante al réferi. Cuando Sasson extendió el brazo, El Shehaby retrocedió y negó con la cabeza.
El réferi pidió luego a El Shehaby que volviera a su lugar y lo obligó a hacer reverencia; El Shehaby se limitó a bajar un poco la cabeza.
El Shehaby se rehusó a hacer declaraciones tras el incidente.
Los judocas regularmente hacen reverencia o estrechan manos al inicio y final de cada combate, como señal de respeto en el arte marcial japonés.
La Federación Internacional de Judo subrayó que el simple hecho de que este combate se haya realizado era una importante señal de progreso.
Esto de antemano es una enorme mejora de que los países árabes acepten enfrentar a Israel“, afirmó el vocero, Nicolas Messner, en correo electrónico. Añadió que los competidores no están obligados a estrechar manos, pero sí a inclinarse.
Messner indicó que pese a que El Shehaby se inclinó un poco, “su actitud será evaluada después de los Juegos para ver si se tomarán medidas al respecto“.
Egipto es el primer país del mundo árabe en firmar un acuerdo de paz y normalizar sus relaciones con Israel, después de décadas de guerra.
Sin embargo, El Shahaby había sido duramente criticado por voces nacionalistas y de tendencia islamista en Egipto por aceptar enfrentar a un israelí.
COI CONSIDERA INACEPTABLE LO QUE PASÓ
El COI considera “absolutamente inaceptable” el gesto que tuvoel judoca egipcio Islam El Shehaby, que se negó a estrechar la mano del israelí Or Sasson.
El portavoz del COI, Mark Adams, dijo que “están sucediendo cosas absolutamente inaceptables”.
“Me gustaría recordar a los deportistas cuál es el espíritu olímpico:construir puentes, nunca levantar muros“, señaló.
A juicio de Adams, que un deportista, “por la razón que sea”, no acepte dar la mano a su rival “es una auténtica vergüenza”.
Respecto a si podía considerarse un gesto político, que está prohibido en los Juegos Olímpicos, Adams indicó: “Preferimos informarnos detenidamente para ver qué ha sucedido y hablar con ambos equipos”.