Que el príncipe Harry se pueda casar con su novia Meghan Markle no es una novedad, pues las apariciones en público de la pareja y sus constantes viajes entre Canadá e Inglaterra para verse confirman que la relación es estable, va viento en popa y podría llegar al altar.
Que les hayan dado permiso para casarse en la misma iglesia donde se casó el príncipe William con Kate Middleton y la misma Reina Isabel II con el duque de Edimburgo, sí es algo que llama la atención.
Las tradiciones que rigen a la familia real británica a veces pueden llegar a ser estrictas, sin embargo en los últimos años se han modernizado y han permitido que sus integrantes vivan el amor con plena confianza.
Esta vez le tocó al príncipe Harry, quien aunque todavía no hay declarado públicamente si le va a dar el sí a Markle, ya cuenta con la disponibilidad de la Abadía de Westminster para celebrar su posible matrimonio, según confirmó un portavoz del lugar al Daily Express.
“La Abadía sigue la sentencia del Sínodo General de 2002, que desde entonces permite que los divorciados se casen en la Iglesia de Inglaterra”, afirmó.
Para los que no recuerdan, Meghan estuvo casada con el productor Trevor Engelson entre 2011 y 2013, asunto que causó revuelo en la prensa inglesa, porque a pesar de los avances que ha hecho la familia real para no quedarse en el siglo pasado, para algunos sigue estando mal visto que una divorciada se haga pariente de la Reina, como fue el caso de Camila Parker, la hoy Duquesa de Cornualles, quien estuvo casada con Andrew Parker Bowles durante 22 años, para luego separarse y contraer nupcias con Carlos de Gales en 2005, todo un escándalo para los ingleses.
Aún así, Markle ha gozado de una aceptación algo inusual por el pueblo británico, teniendo en cuenta que tiene orígenes afrodescendientes y ha tenido que grabar escenas desnuda en la serie que protagoniza, Suits.
Muchos se han preguntado si esto sería un impedimento para que sea aceptada en la familia Windsor, sin embargo muchos afirman que ya está entre los afectos de su cuñado, su concuñada y otros integrantes de la socialité inglesa.
De hecho, ya está en Inglaterra para asistir junto a Harry al matrimonio de Pippa Middleton, la hermana de la duquesa de Cambridge, evento donde se espera que por fin la pareja del momento pose junta sin ningún reparo ante los lentes de los paparazzis y fotógrafos que cubrirán el evento.
Cabe destacar que tener el permiso de la Abadía es importante para la pareja, pero no el principal, pues todavía necesitan una licencia especial por parte del Arzobispo de Canterbury y el permiso oficial de su abuela, la Reina.