Tegucigalpa.- La secretaria de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, Kirstjen Nielsen, se reunió este miercoles con el presidente Juan Orlando Hernández y la Fuerza de Tarea de Atención al Migrante, encabezada por la primera dama, Ana García de Hernández, para coordinar los esfuerzos bilaterales como parte del abordaje integral de las causas estructurales de la migración.
En el encuentro también estuvieron presentes la encargada de Negocios de los Estados Unidos en Honduras, Heide Fulton; la canciller María Dolores Agüero; los ministros de Seguridad y de Derechos Humanos, Julián Pacheco y Karla Cueva, respectivamente, así como la vicecanciller Nelly Jerez, la directora del Instituto Nacional de Migración, Carolina Menjívar, y la titular de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia, Lolis Salas.
Durante la reunión privada, la secretaria Nielsen destacó el liderazgo del presidente Hernández y su esposa en el tema migratorio y las acciones impulsadas por el Gobierno hondureño en materia de reinserción y prevención.
“Estamos dispuestos a trabajar de forma más cercana para proteger a la población”, aseguró.
Asimismo, reafirmó el compromiso de los Estados Unidos para continuar trabajando de forma conjunta con Honduras en materia de seguridad y respaldar las iniciativas encaminadas a generar el desarrollo económico, en especial la micro, pequeña y mediana empresa.
Ambos gobiernos coincidieron en la importancia de articular esfuerzos con México en cuanto al abordaje de las causas estructurales de la migración irregular.
Aumentan secuestros y desaparecidos
Nielsen manifestó su preocupación por el aumento de las cifras de niños y mujeres raptados y desaparecidos en la frontera entre México y Estados Unidos, lo cual calificó como una crisis en materia de seguridad.
Además, se refirió a los más de 12.000 menores centroamericanos que actualmente están en albergues estadounidenses, por lo que se está solicitando en el Congreso una reforma que permita repatriar a los menores a sus países de origen y poder reunificarlos lo más pronto con sus familiares.
En cuanto a la trata de personas, aseveró que Estados Unidos se ha enfocado en la prevención de este delito en grupos vulnerables y solicitó trabajar de forma más cercana con el Gabinete de Seguridad de Honduras en cuanto a investigaciones y el intercambio de información pertinente para poder desmantelar estas estructuras criminales que atentan contra la integridad de la población migrante.
“Nosotros apreciamos su liderazgo y estamos muy emocionados de las discusiones que vamos a tener al respecto para poder proteger a las poblaciones vulnerable mientras viajan”, manifestó la secretaria de Seguridad Nacional estadounidense.
“Usted y la primera dama saben que nosotros nos preocupamos mucho por los niños y pensamos que la situación es demasiado peligrosa; hay que buscar una forma de ayudarles sin que ellos tengan que pasar este riesgo tan terrible. Nosotros vemos que ellos están más enfermos que antes, debido a este viaje tan peligroso”, expresó.
Al respecto, el presidente Hernández resaltó la importancia de respetar el interés superior del niño y garantizar que la reunificación familiar se haga en el menor tiempo posible, por lo que propuso que los países del Triángulo Norte soliciten de forma conjunta al Congreso estadounidense la aprobación de una reforma que permita brindar un trato especial a los menores migrantes.
La primera dama, Ana García de Hernández, destacó las acciones implementadas desde el inicio del Gobierno en materia de prevención y reinserción de los migrantes retornados con la instalación de Unidades Municipales de Atención al Migrante Retornado (UMAR), donde se les brinda atención digna.
Agregó que este año el Gobierno de Honduras implementará una estrategia de reinserción a través de la instalación de las Unidades Departamentales de Atención al Retornado (UDAR) con un trabajo articulado entre la Cancillería, el Ministerio de Gobernación y la Asociación de Municipios de Honduras para que los hondureños retornados tengan oportunidades en sus comunidades y de esta forma ser más efectivos en materia de prevención y migración.
Impulsar la prosperidad
La secretaria Nielsen también manifestó la disponibilidad de la Administración del presidente Donald Trump para apoyar a Honduras en el tema de prosperidad.
Indicó que se está analizando la posibilidad de enviar a la directora de la Administración de Pequeñas Empresas de Estados Unidos, Linda McMahon, para que se reúna con los gobiernos del Triángulo Norte en aras de fortalecer las Mipymes con el apoyo a microcréditos u otras iniciativas que permitan mejorar la generación de empleo y la construcción de infraestructura; de esa forma las familias podrían comenzar trabajo desde sus propias casas.
Al respecto, el presidente Hernández indicó que Honduras ya cuenta con un sistema para apoyar a los pequeños y medianos empresarios, por lo que sería interesante hacer un intercambio de buenas prácticas entre los países de la región para sacar provecho a los casos de éxito.
Asimismo, el mandatario hondureño se refirió a la importancia de unir esfuerzos mediante la Corporación de Inversión Privada en el Extranjero (OPIC, por sus siglas en inglés), que es la institución financiera de desarrollo del Gobierno de Estados Unidos.
Mediante esta iniciativa Estados Unidos puede apoyar los esfuerzos de Honduras y conformar una plataforma efectiva en el tema de inversión y microcrédito, que generará más oportunidades económicas a nivel nacional y consecuentemente la reducción de los índices de hondureños migrantes, indicó el gobernante.
Hernández aseguró que así cómo se han logrado grandes avances en materia de seguridad, producto de un esfuerzo conjunto entre ambas naciones, se puede lograr impulsar oportunidades de desarrollo económico y lograr un beneficio directo en la fuerza productiva del país.
El encuentro privado entre Nielsen y la pareja presidencial se celebró en el marco de la V Reunión de Ministros y Secretarios de Seguridad del Triángulo Norte de Centroamérica y Estados Unidos.
El cónclave regional es en seguimiento a los encuentros sostenidos previamente desde octubre de 2018 en Washington, tras un acuerdo de los presidentes del Triángulo Norte y el vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, durante la II Conferencia sobre Prosperidad y Seguridad en Centroamérica.