WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó al menos dos reuniones “de emergencia” tras el ciberataque global que se desencadenó el viernes y ha dejado hasta ahora más de 200 mil afectados en al menos 150 países, según informaron hoy altos funcionarios de la Casa Blanca bajo anonimato.
El mismo viernes, el asesor de seguridad nacional y ciberseguridad Tom Bossert encabezó una reunión del grupo de respuesta cibernética del Gobierno federal, que ayuda a las agencias a coordinarse ante ataques informáticos.
El sábado hubo otra reunión, también liderada por Bossert, con miembros del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca y algunos de los integrantes del gabinete ministerial de Trump, de acuerdo con lo revelado por esos altos funcionarios a medios como Politico y la cadena CBS.
Los daños del ciberataque se pueden continuar extendiendo el lunes, cuando empresas y organismos retomen su actividad, según alertó hoy la policía de la Unión Europea, Europol.
Expertos en seguridad informática han advertido, además, que nuevas versiones del virus informático que ha bloqueado decenas de miles de computadores con el objetivo de obtener un rescate económico pueden comenzar a propagarse en los próximos días.
Europol cree que el ciberataque, de una escala que las fuerzas de seguridad europeas no habían visto hasta ahora, es obra de criminales, no de terroristas, y recomienda actualizar los sistemas informáticos para evitar ser víctima de nuevas infecciones.
El software malicioso, que exige un pago en la moneda digital Bitcoin para recuperar el acceso a los computadores, ha golpeado a centros de salud en el Reino Unido, grandes empresas en Francia y España, la red ferroviaria en Alemania, organismos públicos en Rusia y universidades en China, entre otros.
Entre las empresas afectadas en Estados Unidos se encuentra el gigante de los envíos por correo FedEx.
Según informó The New York Times, la vulnerabilidad EternalBlue, utilizada por los autores del ataque para propagar el virus, fue filtrada en abril por el grupo de hackers Shadow Brokers, que ha estado aireando en internet herramientas supuestamente empleadas por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de Estados Unidos.