*El mandatario advierte que a los agentes del orden que quebranten su juramento y sus responsabilidades se les aplicara todo el peso de la ley y terminarán en esas mismas celdas de máxima seguridad.
Tegucigalpa.- Con el objetivo de controlar el accionar de los criminales, jefes de bandas, cabecillas de grupos delictivos y líderes de las maras, a partir de este lunes, por instrucciones del presidente Juan Orlando Hernández, se trasladaron a los primeros 37 reclusos a una cárcel de máxima seguridad ubicada en el departamento de Santa Bárbara.
En comparecencia de prensa en Casa Presidencial, el mandatario Hernández recalcó que durante dos años y medio de Gobierno, se ha venido desarrollando un plan de seguridad ciudadana que ha supuesto la desarticulación de los grandes carteles del narcotráfico que “teñían de sangre inocente nuestros hogares y contaminaban nuestras instituciones”.
Apuntó que así como “procedimos contra los cabecillas, seguiremos capturando cada narcotraficante que pretenda rehacer esas estructuras criminales”.
A continuación el mensaje del presidente Hernández:
QUERIDOS COMPATRIOTAS
Este día quiero reafirmar el compromiso que hice desde el primer dia de gobierno:
“Devolver la paz y la tranquilidad a la nación, dentro de la ley y con el apoyo del pueblo hondureño”
Durante estos dos años y medio de gobierno, hemos venido desarrollando un plan de seguridad ciudadana que ha supuesto la desarticulación de los grandes carteles del narcotráfico que teñían de sangre inocente nuestros hogares y contaminaban nuestras instituciones. Así como procedimos contra los cabecillas seguiremos capturando cada narcotraficante que pretenda rehacer esas estructuras criminales.
Hasta ahora hemos extraditado a 12 hondureños y otros más que se han entregado directamente a la justicia estadounidense. Quienes desarrollen actividades ilícitas en nuestro país pagarán con cárcel su acciones criminales.
Hoy hemos convertido a Honduras en un terreno hostil para los criminales. Y asi como hemos procedido contra los narcotraficantes estamos actuando contra las estructuras de maras y pandillas, de los extorsionadores y de las bandas de asaltantes del interior del país.
Desde que asumimos el poder hemos reducido significativamente los homicidios, hemos tenido grandes avances pero estamos conscientes que falta mucho por hacer.
Para nosotros no basta perseguir, capturar y encarcelar a los delincuentes. Para concluir la tarea nuestro plan incluye una reforma profunda del sistema penitenciario, que evite que estos criminales continúen con sus actividades delictivas desde las cárceles. Por ello desde el primer año de mi gobierno comenzamos la construcción de nuevas presidios, que cumplan con nuevos requerimientos y que cuenten con instalaciones de máxima seguridad, para aislar a los criminales más peligrosos.
En los últimos meses hemos golpeado fuerte a los grupos de maras y pandillas, con una serie de operaciones que incluyen todas las fuerzas de seguridad y justicia del Estado. Hemos capturado 274 cabecillas de maras, les quitamos sus bienes mal habidos, ya no podrán disfrutar del dinero que manchado de sangre que le han arrebatado al pueblo honesto y trabajador.
Sin embargo, debido a las debilidades de nuestro sistema carcelario, estos cabecillas de bandas continuaron ordenando desde los presidios, extorsiones, impuesto de guerra, masacres y atentados contra nuestro pueblo. Han abusado del derecho de visita y de comunicaciones, utilizando claves y otras artimañas para enviar mensajes a sus cómplices en el exterior.
Hoy que hemos terminado la primera de las nuevas tres cárceles con que contará el país, se acabaron los abusos! Los delincuentes más peligrosos permanecerán confinados en celdas de máxima seguridad, sin ningún tipo de privilegio!
Esta mañana las fuerzas de seguridad han cumplido con la orden que impartí de trasladar 37 de los más peligrosos cabecillas de maras y pandillas, a la cárcel de máxima seguridad denominada “EL POZO” que construimos en el Departamento de Santa Bárbara.
Este nuevo centro penal sigue los estándares de las Naciones Unidas para el tratamiento de privados de libertad, es una cárcel muy segura en donde será imposible que estos privados de libertad sigan realizando actividades delictivas.
En la cárcel “El Pozo” los criminales de alta peligrosidad permanecerán recluidos en celdas para una sola persona, en solitario, evitando que continúen agrediendo a la sociedad.
Ustedes recuerdan, en el Estadio Nacional prometí que iba a articular una política integral de seguridad, con acciones de prevención, castigo, y rehabilitación.
Las acciones de este día forman parte de la profunda reforma del sistema carcelario que hemos emprendido.
Estoy enviando al Congreso nacional un proyecto de ley que regulará el régimen de alta peligrosidad, que será aplicado a los cabecillas de grupos criminales y que evitará que desde la prisión sigan realizando actos contra nuestra sociedad.
Todos estos capos altamente peligrosos permanecerán aislados. Tendrán una hora al día de exposición al sol, no tendrán derecho a llamadas telefónicas y serán suspendida de forma indefinida las visitas.
Esto es un nuevo paso en el proceso de reforma del sistema carcelario.
Hemos capacitado y certificado nuevos agentes penitenciarios de acuerdo a los manuales de procedimientos internacionales para la reclusión de reos de alta peligrosidad.
Al final la fortaleza de nuestra institucionalidad está en su recurso humano, y para que este nuevo sistema penitenciario funcione adecuadamente se necesita que los funcionarios estén comprometidos con su labor y sus responsabilidades.
Así que advierto, que los agentes del orden que quebranten su juramento y sus responsabilidades, y crucen la línea para ser parte del crimen organizado, se les aplicara todo el peso de la ley y terminarán en esas mismas celdas de máxima seguridad, aislados, sin visitas, sin comunicación, y con una hora de sol al día.
A los delincuentes les repito que serán capturados y pagarán sus delitos. Se seguirán enfrentando a un gobierno firme y a un pueblo que tiene la determinación de vivir en paz, cueste lo que cueste.