El aspirante presidencial multimillonario trata ahora de convencer a millones de compatriotas que le den dinero.
Bastaron unos clicks un día la semana pasada para que Donald Trump recaudara 3 millones de dólares en aportes de campaña, tanto como en todo el mes de mayo. Pidió donaciones de 10 dólares o más y prometió poner 2 millones de dólares de su propio dinero.
Esta recaudación de un día es una prueba de la magia digital que llena las arcas de las campañas al estilo de Bernie Sanders: millones de personas que aportan unos pocos dólares cada una.
Pero fue un solo email. El éxito requiere insistencia.
Después de jactarse durante meses de que era capaz de financiar su propia campaña, el virtual candidato republicano debe convencer a la gente de que necesita dinero. Y su campaña está demostrando falta de pericia en lo que pudiera llamarse “el arte del email”. Un análisis halló que el 74% de sus primeros pedidos de fondos fueron a parar a la carpeta de correo basura.
Con todo, si es capaz de cosechar millones en cada intento, tal vez pueda resolver un problema urgente: lo está aplastando la aceitada maquinaria de su rival demócrata Hillary Clinton, que en mayo recaudó 10 veces más que él. Esos fondos pagan la publicidad y los empleados necesarios para hallar, convencer y animar a los votantes para que acudan a las urnas el día de las elecciones.
El jefe de finanzas de Trump, Steven Mnuchin, dijo que la campaña se sintió “abrumada” por las reacciones al primer pedido online de fondos. “A partir de ahora será un esfuerzo cotidiano”, dijo Mnuchin.
Desde el email inicial, la campaña de Trump ha emitido al menos cuatro solicitudes. El domingo, el estratega jefe Paul Manafort envió un mensaje en el que destacó el éxito logrado e instó a los partidarios a mantener el impulso.
La sociedad de Trump con el Comité Nacional Republicano presta atención especial a los pequeños donantes que generalmente usan internet. Tienen una cuenta conjunta llamada Comité Trump Devolver Grandeza a Estados Unidos que ha enviado una veintena de emails en el último mes. “¡Contribuye 100, 50 o al menos 25 dólares para demostrar que estás dispuesto a seguir ganando!”, dice un mensaje. El 80% de cada donación es para la campaña de Trump y el 20% para el CNR.
Tom Sather, director de investigaciones de la firma Return Path especializada en soluciones por email sostiene que el candidato hubiera podido obtener resultados aún mejores. La firma mide los emails de la misma manera que se miden las audiencias televisivas, extrapolando de un gran panel de participantes.
Apenas el 8% de los destinatarios abrieron los emails de Trump, según la firma. La proporción pasmosamente alta de mails que van a la carpeta spam, del 74%, refleja falta de sutileza en el mercadeo por email. Por ejemplo, la campaña cambió recientemente el nombre del dominio, lo que activa los filtros de spam y es posible que Trump esté comprando listas de emails de gente que no quiere saber de nada con él.