Hillary Clinton y Donald Trump obtuvieron este martes claras victorias en las primarias demócrata y republicana de Arizona, en el oeste de Estados Unidos, aumentando su cuenta de delegados camino a las convenciones de investidura de julio.
Trump, el magnate inmobiliario de verbo explosivo, siguió su marcha victoriosa en el proceso de primarias obteniendo la totalidad de los 58 delegados en juego en Arizona. “(Obtuve) una victoria mayor a la anticipada en Arizona, gracias, nunca lo olvidaré”, escribió en Twitter.
Con más de la mitad de los votos contabilizados, Trump obtenía el 46%, contra 21% del senador Ted Cruz. El tercer aspirante republicano aún de pie, el gobernador de Ohio, John Kasich, quedaba detrás con 10%, incluso superado por Marco Rubio, el senador de origen cubano que suspendió su candidatura la semana pasada.
Clinton obtenía una victoria aún mayor, con 59% de los votos frente a 39% del senador Bernie Sanders.
Bernie Sanders ha ganado en Utah y en Idaho y Ted Cruz en Utah. Son estados donde se repartían menos delegados.
Sanders se ha hecho prácticamente con los mismos delegados que Clinton ganando dos Estados, 55 frente a 51. En la carrera presidencial Clinton está más cerca de la nominación con 1214 votos frente a los 899 de Sanders.
En el bando republicano Trump domina con 738 frente a los 423 de Ted Cruz.
Clinton contra Trump por los atentados de Bruselas
Ante sus seguidores en Seattle (Washington, noroeste), la exsecretaria de Estado atacó a los republicanos por sus reacciones a los atentados de este martes en Bruselas. Trump evocó el uso de la tortura y Cruz llamó al patrullaje de barrios de mayoría musulmana.
“Necesitamos un comandante en jefe que provea de liderazgo, que sea fuerte, inteligente y sobre todo firme en enfrentar estas amenazas. Lo último que necesitamos, mis amigos, es un dirigente que incite más miedo”, dijo.
“Lo que Donald Trump, Ted Cruz y otros sugieren no es solo equivocado sino peligroso. No nos mantendrá a salvo”, añadió.
Trump llegó a estas primarias después de la velada amenaza formulada al partido Republicano sobre eventuales “disturbios” en caso de que la convención partidaria decida desconocer el liderazgo que claramente el millonario ha construido desde el inicio de la campaña.
Trump domina el campo republicano con 741 delegados, 60% de los 1.237 necesarios para obtener la nominación republicana. Cruz le sigue con 421 delegados y Kasich con 145. Si ningún candidato obtiene la meta de 1.237, los delegados votarán en la convención para elegir al candidato que llevará los colores republicanos a las presidenciales de noviembre. Es la apuesta del centrista Kasich: “Nadie, nadie irá a esa convención con suficientes delegados”, afirmó el domingo a NBC.
Trump, que ha hecho de su promesa de construir un muro en la frontera con México y deportar a los 11 millones de indocumentados el centro de su campaña, era el favorito en Arizona, un estado del suroeste estadounidense donde el debate sobre la inmigración clandestina es crucial.
Pero en Utah, Cruz se enfila a obtener un triunfo, gracias al apoyo del electorado mormón. El excandidato presidencial republicano Mitt Romney, de fe mormona, le declaró la guerra a Trump. En el bando demócrata, Sanders, el reacio rival de Clinton, era el favorito en el pequeño estado de Idaho, e igualmente en los caucus demócratas que se realizarán el sábado en Alaska, Hawai y el estado de Washington.
Pero sus chances se desvanecen. Para ganar, Sanders deberá obtener más de la mitad de los delegados restantes en los próximos mes y medio de campaña. Antes del martes Clinton marchaba con 1.656 frente a 877 de Sanders, incluyendo los superdelegados, según CNN. Un candidato necesita 2.383 delegados para ganar la nominación demócrata en la convención de julio en Filadelfia.
Por ello, el lunes se alzaron las primeras voces en el interior del Partido Demócrata sugiriendo que había llegado el momento de que Sanders conceda la victoria y piense en la unificación del partido. “El debería hacer los números y sacar sus conclusiones”, dijo a la prensa la senadora demócrata Barbara Mikulski.
Los atentados en Bruselas, que dejaron una treintena de muertos, afectaron el tono de la jornada electoral estadounidense. Trump reiteró su posturas de bloquear la entrada a los musulmanes a Estados Unidos, diciendo a NBC que “cerraría nuestras fronteras hasta que sepamos qué está pasando”.
También argumentó que el uso de la tortura para hacer declarar a Salah Abdeslam, uno de los autores de los atentados de París que fue arrestado el viernes en Bruselas, pudiera haber evitado los ataques del martes.
“Hablaría más rápido con tortura”, dijo Trump a CNN. “No es que podamos hacer simulación de ahogamiento, escuchen, no tiene nada de bueno, pero es una forma mínima de tortura”, afirmó.
“Debemos autorizar a las fuerzas del orden a patrullar y asegurar los barrios musulmanes antes de que se radicalicen”, declaró de su lado Cruz. “Estadounidenses musulmanes, este país es de ustedes también”, escribió de su lado Clinton en un tuit.