Una aplicación de ‘big data’ desarrollada por la ‘start-up’ canadiense BlueDot avisó el 31 de diciembre del brote de coronavirus que apareció en China, diez días antes de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzase la alerta, según ha adelantado la revista tecnológica Wired.
Ese día, China había comunicado a la organización internacional que tenían constancia de 27 casos de infección, pero el algoritmo fue capaz de pronosticar su intensidad y la manera en que se extendería.
Analizando ingentes cantidades de datos llegó a encontrar los patrones que posteriormente se han revelado correctos. Así, recopiló información sobre noticias publicadas en webs y periódicos en 65 idiomas, redes de enfermedades de animales y plantas y comunicados oficiales con el fin de avisar a sus clientes con anticipación y que evitaran zonas de peligro como Wuhan.
Además, BlueDot tiene acceso a datos sobre desplazamientos en avión. De esta manera, pudo analizar los que se produjeron desde la ciudad origen del virus, el número de vuelos diarios y el número de viajeros para hacer una predicción sobre en qué otros países podrían darse los siguientes casos de la afección. El sistema señaló correctamente a Bangkok, Seúl, Taipei y Tokio, ciudades que han confirmado la existencia de la enfermedad generada por el coronavirus.
“Sabemos que no se puede confiar en que los Gobiernos proporcionen información de manera oportuna”, ha afirmado Kamran Khan, el fundador y CEO de BlueDot, que apuesta por utilizar la inteligencia artificial para “recoger noticias de posibles brotes y pequeños rumores de blogs y foros como indicación de que algo inusual está pasando”.
Una vez que se completa el filtrado automatizado de datos, el análisis humano se hace cargo, relata Khan, que es médico especializado en enfermedades infecciosas y salud pública. Así, los epidemiólogos confirman que las conclusiones del algoritmo tengan sentido desde un punto de vista científico, y posteriormente se envía un informe a gobiernos, empresas y clientes de la sanidad pública.
De este modo, funcionarios de salud pública en una docena de países, así como aerolíneas y hospitales de primera línea, reciben los informes de BlueDot.
Con información de RT /Foto