La llama olímpica llegó el miércoles a Paraty, su primera parada en el estado de Río, como parte de un simbólico recorrido que debe finalizar el próximo jueves con su llegada a la ciudad de Río, sede de los Juegos entre el 5 y el 21 de agosto. Sin embargo, varios manifestantes la recibieron con protestas y consiguieron apagarla tras su entrada al estado, según informaron hoy medios en Brasil.
El incidente tuvo lugar en la noche del miércoles en la ciudad costera de Angra dos Rois, en el barrio de Japuíba, según la estatal Agencia Brasil. Un vídeo muestra una multitud protestando contra los portadores de la llama, que simboliza el espíritu deportivo de los Juegos. “Apagaron la antorcha”, gritó uno de los asistentes. Las personas que participaban en el emblemático relevo tuvieron que ser sacadas del lugar en un autobús, tal y como muestran las imágenes.
El estado de Río de Janeiro, donde se disputarán los Juegos Olímpicos, está inmerso en una profunda crisis económica y muchos de los trabajadores del gobierno no han cobrado desde hace más de dos meses. Este malestar general de la población se ha traducido en varios intentos de robar o apagar la llama olímpica, para lo que han empleado desde cubos de agua hasta extintores.
La antorcha empezó su recorrido el 3 de mayo en Brasilia y ha recorrido más de 320 ciudades en los 26 estados del país. Hasta su llegada a Río la llama habrá pasado por las manos de 12.000 personas en los más de 20.000 kilómetros del trayecto olímpico.
Aunque este no ha sido el primer incidente que sufre la antorcha. En junio unos soldados tuvieron que matar en la ciudad amazónica de Manaos a un jaguar que había participado poco antes en la exhibición de la llama olímpica. El animal, llamado Juma y propiedad del Ejército, se había escapado poco después de la ceremonia del zoológico donde estaba y parecía a punto de atacar a un militar.