A 48 horas de la marcha en Caracas para exigir la pronta realización del referendo revocatorio del mandato de Nicolás Maduro crecen las acusaciones del oficialismo sobre eventuales actos de violencia y las denuncias de la oposición de una persecución a sus dirigentes.
La detención la víspera del integrante de Voluntad Popular Yon Goicoechea, acusado por un dirigente oficialista tener en su poder “cordones detonantes para explosivos”, encendió la alarma en la oposición venezolana.
“Hay un desborde represivo por parte de la cúpula gobernante”, afirmó el martes el secretario ejecutivo de la alianza opositora Jesús Torrealba al condenar el arresto de Goicoechea y el allanamiento de las viviendas de otros dos dirigentes de Voluntad Popular.
A ello se sumó la suspensión el sábado del arresto domiciliario del exalcalde Daniel Ceballos, también dirigente de Voluntad Popular, quien fue trasladado a una cárcel del centro del país acusado de estar preparando una supuesta fuga.
Torrealba admitió que las horas previas a la marcha del 1 de septiembre son de “peligro” y sostuvo que el gobierno está “desesperado” por la severa crisis económica que enfrenta el país y la caída en la popularidad de Maduro, que ronda el 20% según las principales encuestadoras locales.
El dirigente descartó una eventual situación de violencia y dijo a The Associated Press que “a lo que más le tiene miedo el pueblo venezolano es a que continúe el mandato de Maduro”. “El 1 de septiembre no es el final de nada. Es el inicio de un proceso, de una fase que será muy probablemente definitiva en esta crisis política”, indicó Torrealba.
La oposición utilizará la movilización para impulsar la recolección en las próximas semanas de las firmas de 20% de los electores necesarias para activar el referendo contra Maduro.
La oposición apuesta a realizar este año la consulta, pero el cronograma que planteó el Consejo Nacional Electoral ha generado dudas de que el referendo pueda darse antes del 10 de enero de 2017, cuando se completará más de la mitad del mandato de Maduro. La constitución establece que de realizarse el referendo luego de superarse más de la mitad del período presidencial los dos últimos años de gobierno deben ser completados por el vicepresidente.
Algunos analistas estiman que para la oposición es crucial lograr una masiva participación en la marcha para presionar desde las calles la realización del referendo este año.
El prominente dirigente oficialista, el diputado Diosdado Cabello, acusó el lunes a la oposición de estar buscando “un muerto” y de utilizar la marcha para impulsar una “protesta subversiva con tintes terroristas”.
El diputado advirtió que el oficialismo saldrá a las calles de Caracas el miércoles y jueves con el objetivo de defender la capital como “bastión principal de la revolución”. El oficialismo hasta el momento no ha informado cuál será el recorrido que harán los seguidores del gobierno y si se cruzarán con la marcha opositora.
Las autoridades descartaron que vayan a autorizar a la oposición marchar por Caracas, lo que limitaría la movilización de los sectores adversos al gobierno al este de la ciudad, que es controlada por alcaldes opositores.
Venezuela atraviesa esta tensa situación política en medio de una compleja crisis económica dominada por una galopante inflación de tres dígitos y severos problemas de escasez y recesión económica.