San Pedro Sula.- Walter y Amy son como esos amores de verano que, lejos de quedar en el olvido, acaban consolidándose en el tiempo. Esta es su historia. Bien casualidad o destino, sus caminos se cruzaron en la ciudad Puerto de Tela, pues Yadira, una buena amiga de la madre de la protagonista, estaba de cumpleaños y para festejarlo celebraron un almuerzo al que por esos trucos del destino llegó Walter… ¡y llegó para quedarse!
Aunque en un principio pareció que entre ellos no hubo más que una simple y cordial presentación, lo cierto es que los jóvenes sintieron algo más; una sensación especial que pudo notarse en un cruce de miradas llenas de magia, interés y complicidad.
Y así, tras coincidir en los meses más cálidos del año, 2 veranos más tarde, surgió algo intenso entre ambos…tan fuerte y latente que les acabaría llevando a compartir 13 años juntos; una historia sin final pues, después de ese tiempo, Walter y Amy decidieron dar un paso más en su relación.
Aprovechando la primera oportunidad consideró lanzar la romántica propuesta a la joven que, sin dudarlo ni un instante, ya se había convertido en la mujer de su vida. Así, durante una visita a casa de su novia y en complicidad con los hermanos y la cuñada de Amy, Walter daba el paso ante el asombro de su chica y, por supuesto, el gran “¡sí!”.
Un camino de pétalos de rosas la condujo hasta su habitación donde la esperaba él como todo un caballero ¡de rodillas! De inmediato la sortija de compromiso estaba en su mano, sellando con un beso el inicio del romántico pacto de amor.
La pareja soñaba con la celebración de un enlace personalizado que además desprendiera absoluta naturalidad. Para ello, ambos escogieron los hermosos telones que ofrece El Club Hondureño Árabe de San Pedro Sula, concretamente a orillas de la piscina para la ceremonia que ofició el pastor Erick Sánchez y el salón Celaque para la posterior celebración nupcial -con la persistente ayuda de Denisse Gonzáles y su firma DG Weddings-.
Siguiendo su línea más personal, la pareja optó por vestir el mágico escenario de su “sí, quiero” de un estilo clásico y elegante. Ambos soñaban con la celebración de una boda “de toda la vida”, aunque siempre con un toque propio que lograra desprender una esencia natural y distintiva. Para ello, la pareja se inspiró en el estilo Shabby Chic para la creación de pequeños rincones como el candy bar, y en el estilo bohemio para poner el broche de oro a detalles como, por ejemplo, las dedicatorias de la entrada. Todo en blanco y nude con pinceladas de color amarillo…el favorito de Amy, ¡sencillamente genial!
Como un obsequio de Julio, su padre, Amy apostó por un precioso vestido de corte sirena con poco vuelo en la falda, Rosa Clará, modelo que cubrió un escote corazón con un tejido fino y transparente, desde el pecho hasta la altura de la clavícula, adornado con apliques y finos bordados de perlas y pedrería, aportando un efecto envolvente, al cubrir la piel con sutiles revelaciones gracias a las transparencias. Radiante y suelta.
Para complementar su look, la novia confió en Sonia Hércules para un recogido de estilo romántico…el sobrio maquillaje de Bridie Zoar y un ramo de rosas blancas y nude que siguió la línea de la decoración en la estancia, combinándolo con el verde de los tallos y algunas hojas… ¿sus zapatos? Unos Ralph Lauren en nude, obsequio de su madre ¡Que exquisitez! Por su parte, Walter eligió un traje en gris oscuro, que combinó con un chaleco y corbatín de tonalidad más clara y una camisa blanca de etiqueta…sus zapatos café de Kenneth Cole ¡hicieron el contraste perfecto!
La gran noche de Amy Osiris Villanueva y Walter Iván Contreras fue inolvidable, y bien lo saben todos los que pudieron presenciarlo… como es, por ejemplo, el equipo de Fotográfico de Farah La Revista, que junto a Román Valle, a través de imágenes exquisitas, captó a la perfección cada destello de luz que irradió esta pareja, quienes además disfrutan de su luna de miel durante un hermoso recorrido turístico por Antigua Guatemala, queriendo compartir su complicidad con nuestros seguidores mediante estos inolvidables recuerdos…
Por: Dayana Ortiz
Por: Samuel Romero y Román Valle
